Escuchar el deseo,
justo cuando cae
tras la pupila.
Mientras,
rozar imperceptiblemente
las cuerdas,
prolongando el sonido.
Caminar sobre piel desnuda,
y por un instante
sentir el vértigo,
al tomar aliento sobre tus senos,
antes de lamerte los muslos.
Sol sostenido en la mirada.
Llueve y juega la luna.